Andrés Morán está contento. La razón: el agua potable, que antes le llegaba una vez al mes, hoy la recibe cada 10 días.

Este morador de la ciudadela Parrales y Guale, en Jipijapa, desconoce el porqué del cambio, pero aprovecha el momento para tener siempre sus tachos llenos, pues no cuenta con cisterna.

“Ya se imaginará para mí, sin cisterna, tener que esperar 30 días para recibir agua. Por más que la ahorro, a la semana se me acaba. Ahora, en cambio, me alcanza para más días”, dice Andrés.

Carmen Toala, del barrio Sagrado Corazón de Jesús, vive una experiencia similar, detallando que al recibir el servicio más seguido ya se está ahorrado más de 30 dólares este mes, pues ya no compró agua al tanquero.

En sí, lo que viven los ciudadanos, lejos de ser una normalidad, es un hecho que nunca antes se había dado en Jipijapa, pues la falta de agua en este cantón manabita ha sido de toda la vida.

De hecho, el sistema de bombeo colapsó hace más de 2 meses. Los motores y las turbinas se desgastaron por falta de mantenimiento y porque ya cumplieron su tiempo de vida útil, ahondando el problema.

Sin embargo, Ángela Plúa, alcaldesa de Jipijapa, se puso al frente de la crisis y con gestión se logró recuperar el sistema e incluso mejorarlo para dar el servicio más seguido, que es lo que testifican los ciudadanos.

Solución definitiva

Pero la alcaldesa sabe que esa es una solución temporal y por ello activó un equipo especializado que se dedicó exclusivamente a pulir los estudios del sistema y entregar una solicitud de crédito, ante el Banco del Estado, por 10,7 millones de dólares, que, a más del agua potable, también incluye una nueva planta de tratamiento de agua residual para la ciudad.

Este trámite ya está en proceso y se conoce que antes de que termine la gestión del actual Gobierno estará aprobado.

Con esos recursos se cambiará prácticamente todo el sistema de bombeo: Las Balsas, Anonas y Guesbol, para llegar a la planta potabilizadora de San Manuel.

Con ello, se pasará de producir 3 mil metros cúbicos al día a 16 mil metros cúbicos por día en promedio. Es decir, se cubrirá la demanda diaria de toda la población jipijapense.

“Ya con eso tendremos agua de forma más continua. Esa es la normalidad para la que trabajamos. Eso es darle dignidad a la gente. Eso es lo que nunca se hizo en Jipijapa”, expresa la alcaldesa.

Estima que una vez que reciban el crédito, la obra duraría unos 12 meses.

Hasta tanto, se seguirá dándole mantenimiento al sistema actual para mantener los tiempos actuales.